Estamos acostumbrados a unos niveles de ruido impresionante, el me contaba que iba en un taxi con aire acondicionado y con un radio que por lo menos tenía 50 decibelios, y como buen panameño sabe que ni solicitar que baje el radio al taxista porque puedes perder hasta el servicio y quedar en medio del puente sobre el mar del Corredor Sur.
Lo cierto es que nos hemos llenado de infraestructuras pero tenemos un cascarón bonito y vacío, tengo una semana de volver a conectarme con los noticieros y son los mismos problemas de siempre
- La falta del servicio de agua potable a pesar de que el recibo del IDAAN llega puntualmente y se paga para que no vayan a cortarla.
- La falta de buses para el transporte público en la décima provincia, Panamá Oeste. Ya la gente no puede levantarse más temprano de lo que se levanta, a las 3 de la mañana...
- El famoso metro bus, que no hay la suficiente afluencia de buses, y en Panamá Este el problema es igual que al Oeste pero sin una estructura político administrativa fuerte como supuestamente lo hay al lado opuesto.
- Los servicios de atención primaria, más infraestructura y los mismos patanes atendiendo, quizás sus formas son producto de esta misma tragedia, pero cuanta diferencia harían si tratarán bien a los pobres.
- Y ni hablemos del servicio de recolección de basura, en las ciudades la frecuencia de colecta es 1 ó 2 veces al mes, y en los pueblos a quemarla atrás del patio porque no existen el servicio.
- La basura y las ratas siguen siendo los artistas invitados a las noches románticas de la ciudad o a las madrugadas en donde los trabajadores que van de mañanita para no agarrar tranque y llegar temprano, pueden llevarse varios sustos, cuando las ratas dan sus brincos de felicidad de un arrumo de basura en otro.
- Los que andamos en carro por las calles en destrucción permanente entonces sufrimos graves dolores de bolsillos porque los tacos, la punta de flecha, el bushing, los amortiguadores y demás... es responsabilidad nuestras y de nadie más.
Y así el rosario puede seguir, pero la pregunta sincera que lanzo desde aquí, es que pensamos hacer para incidir en que el gasto público sea dirigido a las cosas que realmente son la base para generar las condiciones adecuadas de vida de una población que sustenta el país con uno de los mayores niveles de crecimiento de América Latina, el X país más feliz del mundo, y el segundo país con la peor distribución económica de América Latina.
Y no he siquiera entrado a destapar la olla del tema ambiental, que a punta de vender el territorio al mejor postor extranjero, nos estamos arriesgando a salir todos los nacionales por cualquiera de los dos mares, como los mismos balseros.
Realmente es patética la situación, porque no es que piense que el desarrollo va a entrar a la casa de nadie, más bien creo que el pueblo es el primero que se va a decepcionar de que Panamá en vez de ir pa lante, va pa´ tras. Porque nos viene pa encima, es un equipo de gobierno nuevo, con mayores ansias de meter la mano y no la pata, porque ni el Chiricano Presidente ni el Profe Jované van a poder solucionar esto.
Sigo siendo optimista, dejo las miserias aquí, y a luchar por Panamá.
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