Kenia 2009

Una experiencia diferente, mi tercera vez en Kenia, más humana, al conocer a la gente real, a la gente en su medio natural, lleno de cotidianidades tan comunes a todos los seres humanos del planeta. Qué más cotidiano que comer... la rica lasaña de despedida que nos preparon.

Gracias a Edith y Naomi pude conocer la idiosincracia del pueblo keniano.

Dos mujeres dulces, llenas de tanto cariño, que entre la pena y agradecimientos por compartir con tantos visitantes. Fue realmente otra experiencia, super agradable.

Inspiradora para seguir construyendo nuevas formas de entendimiento entre los habitantes del mundo y dejar de lado esta despiadada manera de producir riqueza a costo de la felicidad de los demás y la destrucción de las condiciones ambientales del planeta.

La ventana que ven, despertó mis más oscuros miedos y grrrrrss que llevo por debajo de la epidermis. Se asoma un monito con la mayor picardía, en una aventura más de su diario vivir.

y yo.... Rompí en un grito histérico para aflorar mis temores, lo siento monito...

Kenia, desde mis gratos recuerdos, una vez más gracias por permitirme estar en tí.